Sueño que soy una bailarina. Caigo de la azotea de un edificio y al llegar al suelo me quedo en una postura de yoga (halasana o el arado) y pienso “ha muerto la bailarina”. No me da pena, simplemente lo acepto. Se lo comunico a alguien muy cercano, creo que a Mike (mi pareja).
Simbología:
Soñar con sitios altos puede significar algo relativo a la conciencia o espiritualidad.
El acto de caer puede significar dejar ir algo a lo que uno se ha estado aferrando.
La postura del arado o halasana, tiene una bonita simbología.
“Cuenta la leyenda que, al seguir el camino del servicio, el rey Janaka solía dedicarse a cuidar la tierra y los campos de su reino. Un día, mientras araba el campo con devoción, ofreciendo sus acciones a Visnú, vio algo que se movía en un surco que tenía delante. Se acercó con curiosidad, y con miedo de haber alterado el hábitat de algún animal. Janaka se asomó sobre el surco y se inclinó para ver mejor. Asombrado, descubrió que no había ningún animal, sino una pequeña niña que había surgido del seet (surco) que su hala (arado) había creado.”…
Puedes leer la mitología completa en este enlace
Interpretación personal:
He elegido este sueño porque dos días atrás, una persona conocida me llamó para que le ayudase a interpretar un sueño en el que una hermana suya pequeña se caía desde lo alto de un edificio.
Y me ha resultado muy curioso que dos noches después sueñe yo con "caerse desde una azotea". Hablando con esta persona convenimos que su sueño podría simbolizar que algo de su niño interior o vinculado con su infancia a lo que se estaba aferrando había "muerto".
Por eso, al repetirse esta acción en mi sueño lo interpreto de la siguiente manera.
La bailarina. Comencé a bailar a los cinco años y a los 16 era bailarina profesional de danza clásica, por eso creo que para mí esa bailarina tiene que ver con esa época de mi vida. Simboliza de alguna manera mi yo antiguo, la niña o adolescente y también lo vinculo con “la muñequita”, la clásica, la niña buena que fui en mi infancia.
La caída. Al caer, lo hago en una postura de yoga (profesión a la que me dedico ahora); creo que el acto de caer, es un acto de transformación en la persona que ahora soy. Caigo desde mi conciencia (azotea) dejando atrás esa niña o adolescente que fui y con ello, todas las cuestiones que estoy sanando de esa época de mi vida.
Además, curiosamente, caigo en una postura considerada como invertida y las posturas invertidas en yoga ponen las cosas al revés, lo cual nos permite cambiar patrones de comportamiento y formas de ser arraigados. En las asanas invertidas buscamos también que nuestro corazón quede por encima de la cabeza, es decir sentir más y pensar menos.
Halasana (el arado). Su simbología hace referencia a ablandar la tierra para permitir el sembrado. Romper con las durezas del suelo y posibilitar el dar inicio a una nueva perspectiva. En el sueño estoy permitiendo romper con lo antiguo y preparar el suelo para un nuevo sembrado (actitudes, pensamientos, acciones…)
Le digo a alguien muy cercano (probablemente a mí misma) que ya he soltado esos patrones y he dejado atrás esas cuestiones antiguas de ahí esa sensación de completa aceptación.
Este artículo forma parte del blog Bitácora de los Sueños escrito por Diana Tallo.
Algunas fuentes consultadas:
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