El día empezó como un sueño... Con todos esos globos flotando en el cielo amanecer 🌅
Una vez pasado el portal de la vigilia y también el de la entrada al templo Medinat Habu, empecé a experimentar y flipar con Egipto. No por el lugar, la arquitectura o los grabados que son absolutamente espectaculares... Sino por lo que pude SENTIR en mi primera visita, en el Templo de Habu.
Sinceramente no esperaba algo así, tan inesperado, tan fuerte y tan pronto.
Ya en el pri
mer patio del templo sentí la energía del lugar ✨ pero según me adentraba en el segundo patio la energía aumentaba, tanto que decidí pararme, sentarme un poco a percibir esa sensación extraña y después continuar. Pero lo que no me podía esperar es lo que experimenté después en el pasillo de columnas. La vibración era tan intensa que era imposible no sentirla físicamente, así como una suave sacudida. Tanto la sentí, que mi cuerpo se puso a temblar durante un rato ante mi propio desconcierto, pero no el del resto de personas, que andaban (también para mi sorpresa) con los ojos cerrados meditando o tocando las columnas sintiendo la energía. Por lo que deduje que no sólo lo podía sentir yo, o que habían venido a ese templo para eso mismo.
Después de la sacudida física, me llegó una emoción inmensa, que se me acumuló en los ojos hasta que rebosó en forma de lágrimas.
Allí estaba yo, en mi primer día en Egipto, en aquel templo sin saber siquiera a quién era consagrado, temblando y llorando 😅 ¿Quería visitar lugares energéticos?.. ¡pues toma!.. aquí tienes el primero 🙌🏻🧡
El resto del día se dio tranquilo, de aquí para allá con mis anfitriones, visitando a familiares y amigos.
📍Luxor
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